El salvaje verde
Receta para los que han pedido el habla en un grito silencioso de agonía,
para los que saben que la lluvia es un beso secreto sobre las heridas,
semillas hundidas, oscuridad, raíces en un acto de generosa empatía
De cuando desgarra el vientre de la vida enraizando en su cuerpo marrón, carne de tierra dormida.
Un perderse ente sonrisas y alegrías, secretos sobre paramos en pieles de barro y pasión escondida,
fiebre ardiente de los que saben que es hora de revivir , superando la agonía,
entregarse a los demás como siembra divina, fecundar las tierras yermas y perdidas.
Sacho, pala, pico, , sol revuelto con tierra batida, estrellas noctámbulas,
fuego de luceros al acabar el día.
Dolor y sacrificio, en silencio, a escondidas….
Una victoria secreta, huerta que brota alegría.
Aguas verdes sobre de escarola y lechugas de hojas finas.
Latir noble que se comparten de corazones amigos.
Al borde de un infarto siempre hay un dolor esquivo,
acompañar al herido con cultivos de fruta fresca y sombra de olivo,
un beso de aceituna desde en lo mas mío,
aprender a tranquilizar con semilleros de palabras, agujas de hilo filo,
enhebrar gotas de rocío en el labio vencido, agua de esperanza gritos enmudecidos,
cadenas que liberan miedos cautivos.
El poder de habla como sopa bebida, alimento del alma en tierra amiga,
corazones sanando, suspirando alegría.
El salvaje verde
Eugenio Reyes
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